Hay pueblos que son armónicos. No es que quiera ponerme cursi, es
que es verdad. Hay pueblos donde nada chirría y nada sobra, todo está
perfectamente encajado en su marco natural. Anguita es uno de esos lugares sin
broza, donde las casas están maridadas con las rocas que rodean el pueblo,
provocando, como si quisieran echarse encima. Además tiene un río con una
huerta privilegiada, flanqueado de cuevas y, por si esto fuera poco, tiene su personaje: El Cid; y también su historia:
allí se constituyó la Diputación Provincial de Guadalajara.
El pulso de un pueblo lo marcan sus gentes y sus ríos. El Tajuña,
cuando abandona la villa de Luzón, famosa por sus diablos carnavalescos y por
su fuente de abundantes caños, es ya un río con caudal y no sólo con nombre.
Son los arroyos y los manantiales que nacen por los albores de la Sierra
Ministra los que dan empaque y hechuras de río a este humilde arroyo que vimos
brotar, en un viaje anterior, por las
inmediaciones de Maranchón.
Desde Luzón hacia Anguita, de Anguita a Luzón, se disfruta de uno
de los paisajes más hermosos de cuantos existen por estas sierras casi alcarreñas
o por estas alcarrias casi serranas. Una pista de tierra en buen estado
acompaña al río en su curso durante varios kilómetros. Ya hicimos parte de este
recorrido desde Luzón hasta la “Fuente Horadá”, os aconsejo ahora que hagáis el
mismo camino, pero desde Anguita, menos de una hora andando y disfrutando de
una vega estrecha y caprichosa.
Cárcavas, roquedales y chopos estirados hasta no poder más indican el cauce del agua. El sol tiene sus justas horas. Dependiendo de la ubicación cruza presuroso el estrecho valle durante algunos minutos, al amanecer o por la tarde, y entonces ilumina con su cuchillo de oro las ramas endebles de los álamos y los sauces, que tendrán hojas no tardando mucho. El agua, que suena y vocea, hay veces que levanta un frescor reconfortante a su paso, que a pesar del invierno no molesta, es un aliciente más que, mezclado con el trinar de los pájaros, ayuda a seguir caminando.
Anguita, en una primera impresión, parece un pueblo viejo y protegido. Nació en las dos márgenes del río y con el paso del tiempo fue ascendiendo hacia la montaña por su ladera más benigna. El "Poema del Mío Cid" cuenta que en su parte baja, conocida entonces como Las Cuevas de Anguita, acampó Rodrigo Díaz camino del destierro. Tal vez sea esta zona del pueblo la más atractiva. Las casas, a modo de cuevas, se han ido haciendo bajo los enormes pedruscos inclinados y amenazantes que parecen recostarse sobre el Tajuña. Se diría que en cualquier momento pudieran ser aplastadas por el furor de la naturaleza. A su vera, la hermosa iglesia románica de la Virgen de la Lastra, patrona de la localidad. El resto del pueblo camina hacia arriba, donde el templo acompañado de abundantes casas conforman su estructura.
En Anguita hubo y hay artesanos del barro, las telas y el cuero.
Es localidad rica en tradiciones por Carnaval y mayo florido y allí, en el año
1813, ya lo hemos dicho, se constituyó la primera Diputación Provincial de
Guadalajara siendo su presidente Guillermo Vargas Ximénez de Cisneros. Dato
para la historia.
De Anguita hacia Luzón el río es un espectáculo, pero no lo es menos hacia Luzaga. El Tajuña
vuelve a brindarnos un paisaje irrepetible y así será hasta las inmediaciones
del pueblo de Cortes, donde la pista se pierde entre los riscos y donde hay que
bordear pequeños acantilados.
El Tajuña es un camino inagotable que se nos pierde en el horizonte. Pero ese recorrido será protagonista muy pronto de otra ruta donde visitaremos a nuestros amigos del Castejón de Luzaga, uno de esos lugares donde comer y descansar es una devoción. Llamad allí si queréis disfrutar, pronto os descubriremos más detalles, de momento disfrutad de Anguita.
El Tajuña es un camino inagotable que se nos pierde en el horizonte. Pero ese recorrido será protagonista muy pronto de otra ruta donde visitaremos a nuestros amigos del Castejón de Luzaga, uno de esos lugares donde comer y descansar es una devoción. Llamad allí si queréis disfrutar, pronto os descubriremos más detalles, de momento disfrutad de Anguita.
Ver mapa más grande
Maravilloso reportaje sobre un pueblo... respecto del cual no soy NADA neutral ;). Un gran abrazo!
ResponderEliminarPrecioso texto. Escuchar al narrador con los ojos cerrados me ha llevado un ratito a este pueblo que tanto quiero. Gracias!
ResponderEliminarGenial descripción de nuestro pueblo!!! Nada que añadir. Ains... Me encanta!!! Fdo. Sorianguita :)
ResponderEliminarMuy bueno si señor!!!
ResponderEliminarMuy bueno si señor!!!
ResponderEliminarMe gusta.
ResponderEliminarY siquereis hacer un alto en el camino Bar "El Cantón", junto a la plaza del pueblo de Anguita.
Podreis comer y beber para reponer fuerzas.
Os estaremos esperando.
Muy bueno, salvo por dos fallos, Anguita no está en la Alcarria, y la iglesia que se halla a la orilla del Tajuña, no es la de la Sra. de La lastra, que se halla en la parte alta del pueblo, es la parroquia de San Pedro, por lo demás, impecable.
ResponderEliminar